Ya no hay metáforas,
todo es la verdad en mi forma más primitiva.
Incluso lloro silvestremente.
Habría que barrer la casa.
Abrir una ventana, la puerta
o por lo menos abrirse una vena.
Nada.
Hay que dejar la pantalla
vul9ar del msn y recordar
cómo se usa el teléfono.
Reabrazar, resonreír, rehablar,
deshacer este pinche dolor reincidente.
No. No ten9o pies, ni cabeza.
Sobreviviendo de un solo modo:
silvestremente.
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